¿Estás loca?, ¿Divorcio con amor?
- Marie F.
- 11 dic 2017
- 5 Min. de lectura
Hace días publiqué en FB, algo que para el 90% de mis amigos era imposible de leer. Y por consecuencia, no pararon los inbox acerca del tema (era como si de repente me hubiera hecho popular D: ) "¿Tú te estás divorciando?", "¿qué pasó? ¡cuéntamelo todo!". Y no faltaron frases como: "Ay hija, ¡por fin! ¡ya era hora!" o "Hasta que te decidiste dejar esa toxica relación, no sé como no lo habías hecho antes"; frases de preocupación: "¿Estás bien?" (las cuales agradezco de corazón); y hasta las chicas con todo su apoyo: "No te dejes, ¡déjalo en la calle!" o "Que pague el desgraciado todo lo que te ha hecho, ¡duro contra él!".
Pero, la que me llamó más la atención al leerla fue: "¿Cómo que te estás divorciando con amor?" y me llamó la atención por el consiguiente regaño:
"¡No puede ser!, todo lo que te ha hecho, no solo te ha maltratado psicologicamente, también te pegó, ¿ya lo olvidaste?, no puedo creer que sigas enamorada de un hombre así, ¿ya se te olvidó que te volviste loca por su culpa?, ¡¿como es posible?! si últimamente azotaba horriblemente la puerta cuando se iba, ¿no te engañó con Lozano?, y ahora, nuevamente te está engañando, ¿en dónde tienes la cabeza?, ¿en los pies?. Ay no. no puedo creerlo de verdad, solo porque eres mi amiga, sino, te dejaría de hablar. Me decepcionas, ¡¿cómo divorcio con amor?!".
Quise responderle inmediatamente, pero mejor decidí hacer este blog, porque quizá pueda ayudar a alguien más, a otra chica que esté pasando por lo mismo que yo.
Sí es cierto, me maltrató psicologicamente por 19 años, quizá desde que fuimos novios. Es cierto, me pegó una vez, es cierto, me ha sido infiel (pero soy yo la responsable de haber aceptado vivir así).
De hecho, el motivo de mi divorcio no es porque yo lo haya solicitado, es porque él metió la demanda de divorcio sin avisarme, solo me lo comunicó por un mensaje de WA.
Hace ya 6 meses que abandonó su casa cuando se reencontró con la que fue su primera novia de la adolescencia y que en sus palabras nunca olvidó, aunque por años, ni siquiera mencionó su nombre.
Y es cierto. el proceso ha sido muy complicado, pues por meses no había llegado su notificación, acusándome de no quererla recibir. Incluso él mismo trajo a la notificadora, y ésta en su afán de que la recibiera, me arremetió a empujones porque le dije que se me hacia tarde, y era verdad. Y no es que no quisiera recibirla, simplemente no había llegado, pero él en sus propias creencias, me echaba la culpa a mí.
Le dije a la señora:
- Démela por favor, se me hace tarde, le firmo y entréguemela.
Me dijo:
- No. espéreme.
Mi taxi ya me estaba esperando, y es que ella ni siquiera tocó a la puerta, salieron de detrás de la barda de mi vecino, justo cuando cerré la puerta de mi casa.
Me preguntó:
- ¿Es usted la señora Irene Flores? (casi gritando).
- Sí.
- Le traigo una notificación
- Sí, dígame.
Caminando a la caja de fusibles de luz, que está al lado de la casa de mi vecino, fue cuando me empujó en dirección hacia mi casa. Sé que en esta parte muchos dirán, "¿por qué te dejaste? y lo mismo me he preguntado yo. Y es que simplemente estaba muy sorprendida por su inesperada reacción.
Me dijo:
- Es de lo de su divorcio.
-Sí, estoy enterada. (respondí manteniendo la calma)
En lo que veía rápidamente porqué no tenia luz, moví un poco el interruptor de la caja de fusibles, y me di cuenta que el círculo empezó a girar y pensé: "ya hay luz".
Me regresé a la casa a preguntar a mi hija si había luz. Faltaban 10 min para las 12. Yo tenía que tocar a las 12.
Cuando cerré la puerta, ambas señoras me cerraron el paso.
Fue cuando le dije:
- Se me hace tarde, deme lo que le tengo que firmar y déjeme lo que me tenga que dejar.
- Espéreme. dijo.
Me quedé esperando un par de minutos en lo que ella rellenaba unas hojas.
Le dije:
- Discúlpeme se me hace tarde, me tengo que ir, le firmo y entrégueme el documento.
-Déjeme terminar esto. respondió.
Faltaban 5 minutos para las 12.
Le dije:
-Lo siento, me tengo que ir,
-Se está negando. (esta vez gritando)
-No, y ahí esta su testigo. Simplemente no puedo seguirla esperando.
Caminé, salí de la privada y me subí al taxi.
El taxista me preguntó si estaba bien, se me salieron las lagrimas y le dije que si lo había visto todo, me dijo que sí y que se había preocupado porque se veía que me estaban agrediendo con tremendos gritos y empujones. Le dije que no se preocupara que simplemente me habían notificado del divorcio.
Al llegar, muy amablemente me ofreció sus datos por si requería un testigo, le agradecí, y me bajé.
Llegué tarde, y aunque expliqué los motivos, en el lugar en donde toco, cuentan los minutos porque es una misa (para los que conocen el formato de la misa. cinco minutos después de la hora ya está en el Aleluya).
Al terminar la jornada, regresé a casa. La notificación estaba pegada en la puerta.
Entré y mi hija me preguntó:
-¿Estás bien? escuché los gritos.
Le dije que sí porque las palabras de mi sensei ya habían resonado en mi mente.
Antes de esto. literalmente no podía cantar, estaba llorando y pensando que no merecía esto: ¿Si todo lo que siempre intenté fue dar apoyo y amor? (o al menos lo que antes conocía como amor) ¿qué necesidad había que la notificadora me tratara así? ¿por qué habías permitido esto Gabriel?; y vaya que habían resonado: ¿por qué creía que era culpa de Gabriel que la notificadora me tratara así? ¿por qué creía que Gabriel me debía algo si el verdadero amor es incondicional? ¿por qué me sentía mal que la notificadora me haya gritado y empujado? ¿tanto significaba para mí?.
Las palabras de Enrique sobre que el amor es incondicional habían vuelto a traer paz a mi corazón y yo había vuelto a ser feliz,
Al leer la notificación, el enojo vino a mí con todo. "Es injusto", pensé.
Le hablé a mi abogada y me dijo que solo con el cerebro frío podíamos hacer algo. Empecé a respirar y a sacar todo lo malo que sentía, me empecé a relajar.
Aún batallo con mi antigua yo, esa que se deja ir con todo el enojo. Como diría mi amiga Martita: eres una escorpión.
Respiré y me relajé, le hablé a él, le dije que era injusto lo que proponía y le colgué, no quise discutir más, realmente estaba muy enojada.
Me preguntaba tantas cosas, ese sentido de justicia que siempre queremos pelear, pero sabía que así no conseguiría nada.
Al día siguiente, seguía angustiada, y me pregunté sí iba a dejar que esta angustia siguiera hasta el 9 de enero que sería la primera audiencia . ¡Viene Navidad! la época que más me gusta del año, ¿vivir así?, y ¿sí ni siquiera sigo viva para el próximo año? ¿cómo viviría los días que me quedaran de vida suponiendo que moriría el 9 de enero? ¿cómo querría que fueran mis últimos días de vida?, ¿cómo querría pasar mi última navidad?.
Ya había quedado con mi abogada de revisar el documento a consciencia, ¿para qué preocuparse más? y si hoy realmente fuera mi último día, ¿qué querría hacer hoy? ¿cómo querría pasar mi último día de vida?
Mi respuesta fue: ¡¡¡FELIZ!!!
Me hinqué, le di gracias a Dios y le dije que todo esto lo ponía en sus manos. No volví a preocuparme más.
He estado trabajando un montón estos meses en mi crecimiento personal, haciendo las tareas que me deja mi sensei online. Ahora sé que puedo vivir increíble y feliz.
¿Me puedo divorciar con amor? Sí amiga y no. no estoy enamorada. De hecho no me siento enamorada de nadie, pero sí me puedo divorciar con amor.
El primer paso se llama: Perdón
“Perdona a otros, no porque ellos merezcan el perdón, sino porque tú mereces paz.” – Jonathan Lockwood Huie.

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